Una cúpula de calor es un fenómeno meteorológico que consiste en calor extremo causado cuando la atmósfera atrapa aire caliente como si estuviera cubierta por una tapa o un domo.

Las cúpulas de calor se producen cuando fuertes condiciones atmosféricas de alta presión permanecen estacionarias durante un período inusualmente largo, lo que impide la convección y la precipitación y mantiene el aire caliente “atrapado” en una región. Esto puede deberse a múltiples factores, incluidas anomalías en la temperatura de la superficie del mar y la influencia de un episodio de La Niña. Los patrones de circulación atmosférica en niveles altos se mueven lentamente, lo que los meteorólogos denominan un bloqueo tipo Omega.

El bloqueo en Omega es un patrón de bloqueo atmosférico que ocurre en niveles altos de la atmósfera principalmente en la corriente en chorro. Este fenómeno se caracteriza por una zona de alta presión que queda atrapada entre dos zonas de baja presión. Como resultado se genera una circulación de aire que bloquea el desplazamiento normal de los sistemas meteorológicos. Su nombre se debe a que las isobaras toman la forma del símbolo Omega "Ω"

El término se extrapola a menudo en los medios de comunicación para describir cualquier situación de ola de calor, aunque las olas de calor difieren en que son períodos de clima excesivamente cálido no necesariamente causados por sistemas de alta presión estacionarios. El término “cúpula de calor” también se utiliza en el contexto de las islas de calor urbanas.

Las cúpulas de calor suelen estar asociadas con una cobertura nubosa mínima y cielos despejados, lo que permite la penetración sin obstáculos de la radiación solar en la superficie terrestre, intensificando la temperatura general.

También cubren un área geográfica extensa que presenta una presión atmosférica mayor que las regiones circundantes. El área de alta presión actúa como una tapa sobre la atmósfera, empujando el aire cálido hacia la superficie y manteniéndolo allí durante períodos prolongados. Las cúpulas de calor permiten el máximo calentamiento de la Tierra al facilitar la entrada de la radiación solar en su superficie.

Formación de una cúpula de calor

Las cúpulas de calor pueden formarse en condiciones veraniegas secas y tranquilas, cuando una masa de aire cálido se acumula y la alta presión atmosférica empuja ese aire hacia abajo. El aire se comprime y, al concentrarse su calor en un volumen menor, su temperatura aumenta. A medida que el aire caliente intenta ascender, la alta presión sobre él actúa como un domo, forzándolo hacia abajo y provocando que se caliente cada vez más, lo que incrementa la presión bajo la cúpula.

La cúpula de calor del noroeste de Norteamérica en 2021 se formó de este modo, cuando un sistema de alta presión estancado intensificó las temperaturas locales, bloqueó las brisas marítimas refrescantes e impidió la formación de nubes. Esto permitió que la radiación solar calentara aún más el aire y que el aire ascendente fuera forzado hacia abajo por el sistema de alta presión, creando un ciclo autosostenido de calentamiento.

La aparición de cúpulas de calor contribuye a un ciclo de retroalimentación positiva del cambio climático, resultando en un aumento adicional de las temperaturas atmosféricas.

El aumento de las temperaturas superficiales del mar en el Pacífico Norte, genera condiciones favorables para la formación de domos de alta presión atmosférica, que pueden derivar en cúpulas de calor.

Los estudios indican que el cambio climático inducido por la actividad humana desempeña un papel significativo en la formación de cúpulas de calor, ya que estas son más probables en temperaturas atmosféricas más altas. La aparición de cúpulas de calor contribuye a un ciclo de retroalimentación positiva del cambio climático, resultando en un aumento adicional de las temperaturas atmosféricas.

Otros fenómenos meteorológicos relacionados

Las cúpulas de calor coinciden con condiciones atmosféricas estancadas, lo que agrava los problemas de calidad del aire. Los más comunes incluyen un aumento del esmog y de los niveles de contaminación. Pueden intensificar las olas de calor al interactuar con otros sistemas meteorológicos, además, contribuyen a la sequía al incrementar la evaporación y reducir la humedad del suelo. 

Fénomenos previos han estado vinculadas a daños generalizados en árboles, principalmente por la alta irradiación solar. Junto con el quemado del follaje por estrés térmico, la aparición y éxito evolutivo de especies foliares resistentes al calor fueron subproductos de estas condiciones.

Otras consucuencias del fenómeno de la cúpula de calor

  • Incrementan el estrés térmico de los organismos que habitan ecosistemas intermareales, un factor que anteriormente condujo a la muerte de especies marinas, como ocurrío durante la cúpula de calor de Norteamérica en 2021 mencionada anteriormente.
  • Ha aumentado las preocupaciones sobre el cambio climático. Esto se evidenció especialmente entre los habitantes de Columbia Británica, quienes en estudios posteriores mostraron mayores niveles de ansiedad climática tras la cúpula de calor de 2021.
  • Ponen en riesgo a las comunidades debido al aumento de las tasas de mortalidad. Las muertes resultantes afectan con mayor probabilidad a poblaciones vulnerables, con menores recursos económicos y con viviendas peor acondicionadas.

Ejemplos de cúpulas de calor

La ola de calor europea de 2025 se ha atribuido a una cúpula de calor, con una alta probabilidad de influencia del cambio climático causado por el ser humano. Europa Occidental estuvo bajo la influencia de un sistema de alta presión fuerte, que atrapaba aire seco del norte de África sobre la región, provocando un calor extremo, lo que llevó a picos en la contaminación del aire y un alto riesgo de incendios forestales. Esto se vió acompañado por una severa sequía en algunos países europeos.

La cúpula de calor de 2021 en el oeste de Norteamérica recibió atención por su intensidad y duración sin precedentes en los últimos años, que provocaron importantes consecuencias sociales, como apagones generalizados y un aumento de la actividad de incendios forestales. Esto subrayó aún más la urgencia de abordar el cambio climático para reducir la frecuencia y gravedad de tales eventos. Abordar las emisiones de gases de efecto invernadero y adoptar estrategias de mitigación son pasos cruciales para disminuir la frecuencia de episodios de calor extremo.

Una cúpula de calor sin precedentes en Columbia Británica causó 595 muertes, un récord para  este tipo de eventos atmosféricos

En 2021, una cúpula de calor sin precedentes en Columbia Británica causó 595 muertes, un récord para  este tipo de eventos atmosféricos. La mayoría de los hogares en el área metropolitana de Vancouver carecen de aire acondicionado, lo que hizo a las personas altamente vulnerables a muertes por calor, como golpes de calor o agotamiento por calor. El estudio sobre este evento enfatiza la importancia de la salud pública, la provisión de más aire acondicionado y la creación de espacios verdes urbanos.

En Rusia, en el año 2010, una cúpula de calor persistente provocó incendios forestales extensos, pérdidas de cosechas y un aumento en las tasas de mortalidad durante la ola de calor rusa de 2010. Las consecuencias de gran alcance, influenciadas por factores económicos y sociales, se sintieron a nivel global, afectando la interconexión de fenómenos meteorológicos regionales y mercados agrícolas.